Profesionalización de las Pymes: ¿Qué herramientas nos pueden ayudar?

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Para dar el salto hacia la profesionalización, las Pymes sí o sí deben reinventarse y ayudarse de herramientas que las acompañen en su crecimiento. Por supuesto que este salto es paulatino, porque en los primeros pasos, la mayoría de los emprendimientos suelen ser de intuición e improvisación más que de una gestión profesional y planificada.

Seguramente haya sólo algún aspecto del negocio que se encare con herramientas profesionales y acordes, y por lo general es aquel que el emprendedor o su red de contactos conocen mejor.

Esto es totalmente válido, pero llega un momento en que el negocio por sí solo empieza a pedir una renovación. El crecimiento demanda un proceso de profesionalización que le permita dar un salto cualitativo en cuanto a calidad, eficiencia y capital humano.

Ahora bien, llegados a este punto, ¿cuáles serían los pasos a seguir para profesionalizar el negocio? Te los contamos a continuación:

Focalizar las áreas a mejorar

Por regla general, estas áreas responden a aquellos temas que los emprendedores no manejan, o de los que ya no pueden hacerse cargo, a pesar de estar calificados, por tener que ocuparse de la gestión global del negocio.

En empresas que cambian rápidamente de tamaño o actividad, puede ser necesario comenzar por la profesionalización de la gerencia general, y de allí seguir el proceso hacia abajo en la estructura.

Optimizar los Recursos Humanos

En cierto punto de crecimiento ininterrumpido, es necesario contar con un equipo de trabajo altamente profesional, es decir, que tenga un conocimiento especializado o una preparación académica formal que lo habilite a desempeñarse en un campo específico.

No necesariamente se trata de contratar nuevos empleados. En muchos casos se opta por capacitar al personal existente, ya que cuentan con la ventaja de conocer el negocio y se han ganado la confianza de los gerentes y jefes.

Invertir

No siempre basta con tener en un equipo de trabajo a la gente correcta. También es necesario contar con los instrumentos para su trabajo, a fin de que puedan desarrollar sus tareas de manera acertada y direccionada hacia los mejores resultados.

Para tal fin, se hará necesario incorporar tanto activos tangibles, desde equipamiento, tecnología, estructura, o herramientas; como intangibles, como contratos, órganos de gobierno, marcas, registros, planes, u organigramas por ejemplo.

Impulsar una cultura profesional generalizada

Es necesario promover actitudes laborales que tengan como base la racionalidad, la planificación en lugar de la improvisación, y el cumplimiento de objetivos para lograr un crecimiento sostenido.

El compromiso de socios, directivos y accionistas resulta central para desterrar la arbitrariedad en las decisiones, y generar un clima laboral en que el conocimiento y la preparación sean valorados. Además, se debe motivar al personal para que acompañe dicho crecimiento, proponiéndole premios, o aumento de salario.

Acompañar el proceso

A la voluntad de cambio hace falta alimentarla, para que el proceso se consolide y pueda entrarse en una espiral de mejoramiento continuo.

Por tal motivo no hay que descuidar las reuniones de seguimiento, los eventos de celebración ante resultados, y el acompañamiento de consultores organizacionales.

En este camino hacia la profesionalización la mayoría, claro está, incorpora un software de gestión, accesible desde cualquier lugar por estar alojados en la nube.

Gracias a la tecnología, el camino hacia la profesionalización se simplifica. Es posible facturar electrónicamente, se puede establecer un orden de los registros sin precedentes, obtener saldos en el momento, y facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales; entre muchas otras aplicaciones que se encuentran disponibles.

Adicionalmente, permite un seguimiento y análisis de la gestión para ayudar a la toma de decisiones. Toda una revolución para las Pymes en su camino hacia la profesionalización.

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