Terminal de pago electrónico para todos, en 5 preguntas fundamentales

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La obligatoriedad de contar con una terminal de pago electrónico es una de las novedades en la regulación para comercios y otros emprendimientos. Si tenés dudas todavía respecto a esto, te contamos todo lo que necesitás saber respondiendo a 5 preguntas fundamentales:

1. ¿Qué es una terminal de pago electrónico?

Se trata de un dispositivo que permite a comercios y otras empresas cobrar a sus clientes con tarjeta de débito o crédito. Sin efectivo de por medio. Posnet y Lapos son las dos opciones más extendidas en el mercado argentino.

2. ¿Cómo funciona?

Hay algunos aparatos que son fijos y funcionan a través de una línea telefónica y enchufados al sistema eléctrico.

Pero también existe la versión inalámbrica, que funciona con batería mediante una línea de celular o a través de Internet, que resulta más práctico para profesionales, servicios a domicilio, ferias, eventos y oficinas móviles por ejemplo. Los dispositivos procesan y validan la operación realizada, tomando la información del comercio, de la compraventa que se intenta realizar, y de la tarjeta de crédito o débito.

A veces, requiere que el comerciante cargue otros datos, como el PIN o la cantidad de cuotas. Luego, el dispositivo emite un ticket para que firme el comprador, y una copia para que se lleve como comprobante de la operación. Mediante este procedimiento el dinero se transfiere desde una cuenta del comprador hacia una del vendedor, en forma inmediata cuando se trata de tarjeta de débito, y con demora de varios días si la operación se realiza con tarjeta de crédito.

3. ¿Para quiénes es obligatorio?

En 2017 se consolidó la obligatoriedad de contar con una terminal de pago electrónico en gran parte de las empresas que venden a consumidores finales.

El texto del decreto establece que «los contribuyentes que realicen en forma habitual la venta de cosas muebles para consumo final o presten servicios de consumo masivo, deberán aceptar como medio de pago, transferencias bancarias instrumentadas mediante tarjetas de débito».

De esta forma, están alcanzados gradualmente todos los comercios, los monotributistas y otros negocios y organizaciones.

4. ¿Qué costo tiene?

En general, los dispositivos tienen un costo fijo por el alquiler o la compra, y luego un porcentaje de las operaciones procesadas. Tenés que considerar también que su uso implica retenciones impositivas de IVA y de Ganancias. Pero ¡atención!, porque algunos paquetes de servicios bancarios para pymes lo incluyen, y hay incentivos para acceder a ellos con menores costos o en forma gratuita.

Averiguá en AFIP cuál es tu situación y posibles incentivos frente a la nueva obligatoriedad.

5. ¿Existen alternativas?

Sí, las hay, y para muchos casos, como negocios con operaciones con tarjeta ocasionales, ventas online o de volúmenes menores. Bajo estas condiciones, el Banco Central habilitó la modalidad de Pago Electrónico Inmediato (PEI) para realizar pagos con celular, con débito y crédito en línea, sin los costos de los dispositivos tradicionales.

Esto permite hacer transferencias inmediatas bajo tres modalidades:

  • POS Móvil:  se trata de un dispositivo lector que se conecta al celular o Tablet para cobrar productos o servicios, permitiendo realizar el pago en el punto de venta, mediante transferencia inmediata.
  • Botón de Pago:  sirve para vender productos o servicios e-commerce, es decir, desde una página web, o redes sociales, a través de transferencias inmediatas con débito en las cuentas a la vista.
  • Billetera electrónica: es una aplicación que, instalada en un celular o usándola en su versión web, permite enviar dinero y recibirlo inmediatamente. Sólo es necesario bajar la app y luego cargar por única vez los datos correspondientes a la cuenta bancaria o las tarjetas de débito asociadas de distintos bancos.

Si bien las obligaciones van en aumento, también llevan consigo ciertas facilidades para que puedas acompañar a tu empresa, desde su consolidación, con un buen sistema de gestión y el respaldo normativo al que hay que sumarse. Aclaradas las dudas, ya no hay excusas para ponerse al día con la ley.

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