En la nueva era, la tendencia en los negocios es 4.0, tanto de las grandes empresas como de las Pymes. Es importante no perder la huella de esta modalidad, para estar a la orden del día y en condiciones de destacarse en competitividad. La base está en digitalizar cada uno de los procesos del día a día de la empresa, sacudiéndose de los tics tradicionales. A la vez, hay que combinarlos con una acorde manera de trabajar, rompiendo viejas estructuras y creando nuevas necesidades de capacitación y recursos.
Con la plena digitalización, y adopción de nuevos recursos y metodologías de trabajo, tanto la cadena de producción como la de valor se ven modificadas de manera positiva, haciéndose más flexibles y escalables.
Si estás llevando adelante tu Pyme, ahora es el momento de comenzar con la transformación. En unos cuantos ítems, te vamos a resumir las ventajas de subirte a la escena en plena revolución 4.0:
Ventajas de la modalidad 4.0
- Permite obtener mejores ciclos de producción, que pasarán a ser rápidos, flexibles y escalables, gracias a una industria conectada y automatizada.
- La automatización en los procesos implica un ahorro en la inversión de dinero y de tiempo.
- Conlleva a empresas más amigables con el medio ambiente y proactivas en prevención y responsabilidad social empresaria (RSE).
- Permite innovar y generar valor agregado en la cadena productiva y la experiencia del cliente.
- Posibilita una capacidad de reacción y diversificación mejorada.
- Otorga la oportunidad concreta de ingreso a nuevos mercados.
Cómo comenzar el proceso de transformación digital
Romper viejas estructuras dentro de determinados contextos puede ser muy difícil, por eso es vital que haya personas que impulsen la transformación, y que funcionen como agentes de cambio dentro de la empresa. Para comenzar a asomarse al mundo 4.0, hay hábitos básicos que se tiene que transformar necesariamente.
- Hay que priorizar la digitalización: con esto, lo que se intenta lograr es eliminar por completo todo o que requiera formularios o documentos en papel. Tener los datos en la nube hace que estén disponibles en tiempo real desde cualquier locación, y ahorra en costos de infraestructura. Los próximos pasos serán utilizar los datos obtenidos para incorporar innovación o brindar valor agregado a los clientes por ejemplo, a través de Internet de las cosas, realidad aumentada, robótica, o inteligencia artificial.
- Es necesario contar con recursos adaptables: hay que saber identificar herramientas y profesionales que puedan realizar los cambios de manera efectiva, que entiendan a la perfección el concepto 4.0 y pongan a toda máquina sus recursos para llevarlo a cabo.
- Medir resultados y comunicar los avances: una vez que los plazos definidos se hayan cumplido, será hora de medir resultados, mostrarlos a la cúpula y comunicarlos especialmente a los tomadores de decisiones. La comunicación de los cambios hacia el exterior es una oportunidad para obtener un mayor rédito, haciendo visibles las mejoras y crecimiento de la empresa.
- Imprescindible, hacer partícipe a todos: todas las personas involucradas en la empresa, sea cual sea su rol, debe saber hacia dónde quiere apuntar el desarrollo de las nuevas políticas. Esto es fundamental, ya que el cambio se podrá lograr en base a una transformación integral de la cultura de la empresa.
- Seguir hasta las últimas consecuencias: no hay que perder de vista el objetivo, y continuar pese a los resultados, realizando los cambios necesarios para lograr el objetivo planteado desde el comienzo del proceso.
Hay que saber utilizar toda la información recopilada y lograda por la transformación de los primeros pasos, para lograr escalar el modelo de negocio. Se dice por ahí que “la industria en el futuro será digital o no será». Este el momento de los agentes de cambio de la digitalización.
