6 cosas que no le pueden faltar al vendedor perfecto

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La tarea de vender no es nada sencilla, sobre todo pensando en la competencia y en las situaciones de crisis. Si no te diferenciás como vendedor, lograr que alguien desembolse su dinero a tu favor, será de lo más difícil.

Es que no sólo se trata de saber qué se está vendiendo, sino también de actitud. Para ayudarte con esta tarea, te presentamos a continuación una serie de características que no le deben faltar por nada del mundo a un vendedor perfecto:

1. Sinceridad

Si lo que estás contando no te lo crees ni vos mismo, el comprador se dará cuenta. Tratá de ser lo más genuino posible en cuanto tu postura frente al servicio o producto que estás ofreciendo. Si das un paso en falso o te pisás con falsos relatos, arruinarás por completo tu venta.

2. Personalidad

Una de las cualidades de un buen vendedor es, sin dudas, su capacidad para diferenciarse. Tené siempre tu propia personalidad. Sé vos mismo y harás la diferencia.

3. Optimismo

El rechazo es muy habitual en el mundo de la venta, y saber asimilarlo es muy importante. Ser positivo ante el “no” es un plus.

Un buen vendedor debe saber cambiar el rechazo por la aceptación y, de no conseguirlo, sacar lo más positivo de la situación. Bajar los brazos es lo último que debe hacer.

4. Entusiasmo

El entusiasmo produce adhesión. Si vendés con esta característica, posiblemente contagies del mismo valor al potencial comprador. Es primordial desarrollar esta actitud. Para llegar el mejor vendedor del mundo hay que ser entusiasta y hay que actuar con entusiasmo.

5. Conocimiento

Un buen vendedor debe demostrar al consumidor de la forma más natural posible que sabe de lo que habla. Sacá tu lado de experto y sorprendé al comprador.

Es necesario, para ser el mejor vendedor, tener un total conocimiento del entorno de trabajo, es decir, de los productos, el mercado, la clientela, y la competencia. Pero también, y sobre todo, de venta. Y ser capaces de brindar un buen asesoramiento a los clientes.

La información es poder, y ayuda al vendedor a escoger las ofertas más adecuadas para sus clientes, dependiendo de sus necesidades particulares.

6. Presencia

No existe una regla de oro al respecto de este tema, pero sí algunas indicaciones válidas.

La vestimenta tiene que estar acorde al entorno del cliente que se visita. Guste o no, en los negocios el tema de la imagen es determinante para inspirar confianza. Es necesario que seas cuidadoso con el look que vayas a adquirir, y que te inclines más bien por lo clásico, ya que en general, es algo aceptado por todo el mundo, mientras que lo extravagante puede llegar a irritar.

El tema de la presencia produce los efectos más relevantes ante la primera aproximación con un potencial cliente. Puede que luego, con el paso del tiempo, puedas ir descontracturando y llevar más holgadamente otro tipo de vestuario.

En resumen, es importe que recuerdes que la actitud, tan necesaria para ser el mejor vendedor del mundo, no se encuadra directamente con un buen traje. Si estás de punta en blanco y no podés vender ni un clavo, estás en el camino errado.

Un buen vendedor representa el equilibrio perfecto entre TODAS las características que hemos señalado.

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